lunes, octubre 12

¿QUIÉN SOY YO?

Lo que yo pienso que soy(autoconcepto),
lo que otros piensan de mí(imagen),
 y lo que realmente soy(la verdad sobre mí).

martes, septiembre 22

CÓMO SE COMPONE UN TEXTO FILOSÓFICO

 

La filosofía implica tanto una actitud ante la vida como unos métodos de trabajo que se han ido configurando a lo largo de la historia. Las actitudes son plurales y los métodos son también diferentes, pues cada filosofía y cada pensador utiliza los que cree más adecuados.

Más allá de esta pluralidad de actitudes y métodos, el hacer filosófico intenta interpretar la experiencia, entender y leer el gran libro del mundo y de nuestra vida. Por eso la filosofía es un gran esfuerzo hermenéutico (interpretativo).

Procedimiento para analizar un Texto FILOSÓFICO

Un texto es una forma de discurso, es decir, de comunicación, en la que alguien (el autor) dice algo (el texto mismo) a alguien (al lector) a propósito de algo (el tema sobre el que trata). Ante un texto podemos adoptar cuatro puntos de vista, lo que implica también cuatro estilos diferentes de comentarlo. Un comentario de texto debería desarrollar estas cuatro formas de interpretación:

1 • Interpretación "delante del texto": emotiva.

Según este estilo interpretativo, el aspecto más importante del proceso comunicativo es el lector. La pregunta clave es: ¿qué me dice a mí el texto? Predomina la reacción personal del lector ante lo que está leyendo. Tiene un carácter muy subjetivo, por lo que se corre el peligro de que proyectemos nuestras ideas o vivencias. Pero también es importante que en todo comentario haya una implicación personal sobre lo que leemos. Comentar un texto es discutir con él, al igual que con una persona.

2 • Interpretación "detrás del texto": histórica y biográfica.

El elemento que se subraya es la dimensión histórica. Aquí nos interesa describir el contexto social de la obra, conocer al autor, su vida y sus obras. También nos puede interesar conocer quiénes eran los primeros destinatarios. Este enfoque destaca la historia del texto (tanto el momento en que se escribió como las posteriores recepciones) y la biografía del autor. Es una forma de dar objetividad a nuestro comentario.

3 • Interpretación "en el texto": estructural.

Este modelo se centra en la estructura del texto, es decir, en su "forma". En este tipo de interpretación se debe prescindir completamente de lo que el texto me dice a mí y del contexto en que se escribió el texto (época y autor). Se trata de un análisis que da objetividad al comentario que elaboramos.

4 • Interpretación "en profundidad del texto": existencial-universal.

Sería la perspectiva más filosófica. Interesa aquí resaltar "el mundo del texto", es decir, las experiencias humanas que pone en juego o las posibilidades existenciales que abre al lector que se sitúa ante él. Una buena forma de empezar a leer un texto desde esta perspectiva es buscando "la pregunta" a la que el texto quiere dar respuesta y confrontarla con nuestra propia vida. Ya no se trata de proyectar mis vivencias, como en el primer modelo, sino de confrontarlas con lo que el propio texto dice.

 

EJEMPLO de composición filosófica:

 

Texto: “Algunas preguntas filosóficas”

 

"Interesarse por el por qué vivimos no es, por lo tanto, un interés tan fortuito o tan casual como, por ejemplo, coleccionar sellos. Quien se interesa por cuestiones de ese tipo está preocupado por algo que ha interesado a los seres humanos desde que viven en este planeta. El cómo ha nacido el universo, el planeta y la vida aquí, son preguntas más grandes y más importantes que quién ganó más medallas de oro en los últimos juegos olímpicos de invierno. La mejor manera de aproximarse a la filosofía es plantear algunas preguntas filosóficas: ¿Cómo se creó el mundo? ¿Existe alguna voluntad o intención detrás de lo que sucede? ¿Hay otra vida después de la muerte? ¿Cómo podemos solucionar problemas de ese tipo? Y, ante todo: ¿cómo debemos vivir?

En todas las épocas, los seres humanos se han hecho preguntas de este tipo. No se conoce ninguna cultura que no se haya preocupado por saber quiénes son los seres humanos y de dónde procede el mundo".

J. GAARDER,: El mundo de Sofía. Madrid, Siruela.

 

1. Interpretación "delante del texto" (comentario directo, espontáneo, personal, "ingenuo").

Nos hallamos ante un texto sencillo. Bastante directo. Me hace pensar en los intereses que tengo. Si me hago ese tipo de preguntas (¿de dónde venimos?, ¿adónde vamos?...) me puedo considerar yo también un filósofo.

 

2. Interpretación "detrás del texto" (explicamos el texto por su origen).

Este texto pertenece al libro El mundo de Sofía. Ha sido escrito por J. Gaarder (Oslo, 1952), un profesor de filosofía que con mucha habilidad ha sabido reconstruir la historia de la filosofía en forma de novela. Es una obra dirigida a adolescentes que se inician en la filosofía o a cualquier persona que sienta interés por ella.

 

3. Interpretación "en el texto" (explicamos el texto por su forma y organización).

El texto se compone de tres párrafos; cada uno de ellos desarrolla una idea. No utiliza tecnicismos, ni una terminología específica. Tiene un lenguaje directo y lleno de ejemplos. Predominan las interrogaciones. Responde al siguiente orden lógico: de una experiencia personal (intereses), se pasa a una caracterización de la filosofía por su carácter interrogativo, para concluir con una generalización.

4. Interpretación "en profundidad del texto" (comprendemos la propuesta del texto).

Este texto está describiendo algo que puede caracterizar la vida humana de forma universal (en toda época y en toda cultura): es propio de los seres humanos hacerse una serie de preguntas que se dirigen al sentido último de la realidad. Esto es precisamente la filosofía. Vida humana y filosofía (preguntar, indagar) se identifican. El texto nos está planteando: ¿puede haber vida humana sin filosofía?

 

 

 

Texto para que tú practiques: “¿Filósofo o sonámbulo?”

"Hacen bien, ¿qué diablos! La física sirve para muchas cosas, mientras que la filosofía no sirve para nada. Ya lo dijo, conste, un filósofo, el patrón de los filósofos, Aristóteles. Precisamente por eso soy yo filósofo: porque no sirve para nada serlo. La notoria 'inutilidad' de la filosofía es acaso el síntoma más favorable para que veamos en ella el verdadero conocimiento. Una cosa que sirve es una cosa que sirve para otra, y en esa medida es servil. La filosofía, que es la vida auténtica, la vida poseyéndose a sí misma, no es útil para nada ajeno a ella misma. En ella, el hombre es solo siervo de sí mismo, lo cual quiere decir que solo en ella el hombre es señor de sí mismo. Mas, por supuesto, la cosa no tiene importancia. Queda usted en entera libertad de elegir entre estas dos cosas: o ser filósofo o ser sonámbulo. Los físicos, en general, van sonámbulos dentro de su física, que es el sueño egregio, la modorra genial de Occidente'.

J. ORTEGA Y GASSET: Bronca en la física. En Obras completas, vol. V. Madrid. Alianza

miércoles, febrero 4

CÓMO HABLAR EN PÚBLICO

1. PERO, ¿PUEDO HACERLO?

Excusas como "soy tímido",  "nunca lo he hecho", "haré el ridículo", "se van a reír", "los nervios me traicionarán"... son las  que solemos aducir cuando se nos propone este ejercicio. La respuesta a estas excusas es y debe ser:  ¡rotundamente sí ! El griego, Demóstenes, modelo de orador por antonomasia, era tartamudo, así que si él pudo ¿por qué nosotros no?

Los españoles tenemos un sentido del ridículo muy acentuado y una capacidad de crítica de lo ajeno que roza lo destructivo. Quizá por eso no cultivamos, ni se promueve, ni se educa en la oratoria. Somos así mismo, conocidos por ser muy charlatanes, pero eso no se debe confundir con la oratoria,  con el hablar ante un público atento, y con ganas de escuchar y aprender. Una cosa es hablar y otra muy distinta es comunicar. Platón decía: "el sabio habla porque tiene algo que decir; el tonto, porque tiene que decir algo".

2. Regla de oro: "BREVEDAD".

  Los españoles no nos callamos ni debajo del agua, y a los escoceses hay que "asediarlos" para que hablen. Si en EEUU te alargas en tu discurso pero lo haces interesante no les importa. Aquí sin embargo la brevedad es clave para ganarte al público. Si lo haces bien y eres breve los comentarios suelen ser: ¡qué bueno, y encima corto!,  y si lo haces poco interesante dicen "que malo, pero al menos no se ha extendido".  Si lo haces ameno e interesante pero lo alargas en exceso te van a decir: ¡ha estado bien pero la mitad del discurso sobraba!, y si lo haces mal te rematarán con un ¡vaya coñazo de discurso, creí que no llegaría a la cena! Los españoles somos muy agradecidos con los "breves", porque también nos gusta impresionar y para ello solemos caer en los  "impresionantes discursos coñazo". Si te dan por ejemplo, 20 minutos para hablar, acaba en 10 minutos y abre el turno para sugerencias o comentarios o preguntas. Eso les sorprenderá. No te alargues, ni mires el reloj, el público tiende a desconectar. ¡Sé breve, no te alargues, corta a tiempo!

3. ¿Objetivo del discurso?  ¡HACERLO INTERESANTE!

  Nuestra meta es cautivar, persuadir o convencer, o al menos influir ante un público expectante, atento, crítico, lleno de individualidades y con un potencial explosivo que puede estallar a nuestro favor o en nuestra contra. Dependerá de nosotros controlar este potencial.

La curiosidad será la cualidad humana que debemos estimular. Si lo logramos aparecerá la atención. Para ello hay que aportar al discurso orden, intensidad, sorpresa y originalidad.

   Al mismo tiempo y en consonancia con lo anterior, el respeto escrupuloso al público será una prioridad. Jamás la ofensa, el desaire, y la prepotencia deben aparecer ante el público. Al fin y al cabo ellos te escuchan voluntariamente. De ti depende que les agrades o no. Por ello, ante una pregunta inoportuna, un comentario provocador o insultante, o ante un menosprecio por parte de una persona del público, nosotros debemos contestar con educación y naturalidad. Esa es la manera de demostrar a esa persona y al público restante que controlamos el efecto negativo de su intervención y de que, a pesar de todo, respetamos al "inoportuno de turno".

4. Otras reglas de oro: Intensidadddd, ¡Sorpresa! y Originalidad.

  La intensidad/entusiasmo y la fuerza expresiva es clave en un orador, porque ¡son contagiosas! Indican una  fuerte convicción. Para ello debemos apoyarnos en pausas, más menos largas, y en cambios de tono que persigan someter al público a vaivenes emocionales e intelectuales que despierten su espíritu y provoquen en ellos todo tipo de  respuestas emocionales, críticas, resistencias, descubrimientos, impactos...  Todo menos la indiferencia. Debe haber pues, ¡conexión emocional!

  La sorpresa "sorprende" en un orador. Tendemos a dar discursos intentando hacerlo como lo hacen los demás, es "educado", no destacarse del resto, es la "liturgia de la discreción", que nos parece obligatoria. Si quieres ser un buen orador, no debes hacer "lo que todos esperan" o a lo que están acostumbrados. Deberás mostrarte "nuevo", distinto.

   La sorpresa y la originalidad deben aparecer estratégicamente, en el momento preciso. No debemos anunciarla ni sugerirla. Cuando se produzca será con naturalidad, con suavidad, que el público tarde un poco en "sacudirse" tras tus primeras palabras, "que mueva el trasero de su asiento y levante la cabeza".

5. LENGUAJE GESTUAL:

Algunos dicen -quizá exageradamente- que sólo el 7% de la comunicación  se realiza con las palabras. El 38% se transmite mediante la voz y la forma en la que se habla, y el 55% restante, por medio del lenguaje corporal(gestos, posturas, ojos, respiración...). En la comunicación lo más importante no es lo que se dice, sino cómo se dice. Las palabras está determinadas por la persona que escucha y no tanto por la que habla.

Debemos estudiar y controlar nuestro lenguaje corporal. Veamos algunos puntos clave:

  *Las manos y brazos. Nunca hablar con las manos en los bolsillos, con los brazos cruzados o con las manos atrás. Las manos abiertas cara al público. No apunte con el dedo "acusador".Las manos deben mostrar tus emociones y tus descripciones o narraciones. Las manos "deben hablar", acompañar a tus palabras para darles fuerza, convicción, emoción, sutileza... . Para relajar los brazos, sacude las manos y aprieta los puños antes de la intervención.Te sentirás más suelto.

  *Rostro: debe mostrar una cara agradable, debe sonreír de vez en cuando. Debe mirar a los ojos del público, para hacerles ver que en realidad les habla a cada uno individualmente, no a una masa anónima. Escoja varios rostros a su izquierda, en el centro y a su derecha y alterne su mirada con ellos. No mire al techo o al suelo, pues eso muestra inseguridad e indiferencia.No haga movimientos rítmicos con la cabeza, manténgala erguida y frente al público. No masque chicle por supuesto.

  *Tronco y piernas: "lo que pueda decir de pie es mucho mejor que sentado". Muévase en su espacio, con serenidad y calma, y siempre erguido sin perder la mirada con su público. Las piernas deben estar ligeramente abiertas, unos 20 centímetros. Imagínese en el centro del lugar más bonito del mundo, ese lugar es el público, concéntrese en él  y no en sí mismo. No haga balanceos o poses como si estuviese enjaulado. Sus posturas deben ser extrovertidas, pero no vulgares o cómicas.

6. LA VOZ:

  Evita usar "un tono lector", monocorde, aburrido. Habla alto pero sin gritar.Póngale pólvora a la voz, hable con ganas. Pronuncia con corrección y claridad; modula y controla bien tu voz. Tu ritmo debe ser suave, ni lento, pues aburriría, ni tampoco rápido ya que eso indicaría prisas y nerviosismo. Escoja usted los silencios y las pausas, son claves para atrapar al público. No tartamudee ni use sonidos como "emm", "yyyyyyyyyy", "oooooooooo"  o muletillas como "vale", "sabes", o sea, bien, etc. Respire con tranquilidad. Tú eres el "jefe", todos están pendientes de ti, que tu voz les inspire, les atraiga, les guste.

7. PLANIFICACIÓN DEL TEMA: ¡Orden!

  A veces cuando escuchamos a oradores no terminamos de saber, qué demonios están queriéndonos decir exactamente, no terminamos de "cogerle el hilo". Para evitar eso, debemos anunciar los pasos que vamos a seguir en nuestra intervención. O sea, un guión claro. Si en el desarrollo posterior, nos olvidásemos de algo, continuaremos como si nada. Si después lo recordáramos, lo insertaremos sin más. El público, la mayoría de las veces, ni se enterará o no le importará. La introducción, las ideas principales y la conclusión las puedes llevar en papeles de un tamaño de medio folio apaisado(los folios asustan.¡ Lleva los papeles pero que no se note que dependes de ellos!

  Sé entretenido, usa el humor(sin excesos), las anécdotas o pequeñas historias, las experiencias personales, los ejemplos cotidianos. ¡Crea complicidad! ¡Bájate del burro, no aburras! Evita la voz pasiva. Usa frases cortas, simples. Pocas compuestas, y sobre todo pocas subordinadas. Vocabulario que sugiera imágenes, historias, movimiento, emociones. Para ello es preferible el verbo que el sustantivo, y las metáforas. No dejes que el oyente se acomode, sacude su mente y su corazón. Usa el lenguaje directo mejor que el indirecto. No uses eufemismos, y evita las contradicciones y las imprecisiones. No seas tajante ni dogmático, ni acusador. Para evitarlo, usa expresiones como "quizás, tal vez es posible... 

  Antes de nada debes presentarse y  saludar, y al final siempre despedirse con un agradecimiento.Prepara bien el tema y ordena tu intervención con una introducción, un desarrollo(ideas principales) y una conclusión. La introducción  y el cierre deben estar muy cuidados. La introducción debe ser la última en prepararse porque es el "anzuelo" para enganchar al público" .  En la introducción debe aparecer la idea central del discurso. En estos primeros instantes es cuando se establece el vínculo entre tú y el público. Después haga un "silencio desconcertante" y mire a los ojos de sus oyentes; así creará expectación. Luego prosiga con fuerza.

  La conclusión debe memorizarse exponiendo tres ideas claveque el público retendrá fácilmente. Luego despedirse con un agradecimiento.

En el desarrollo,  no más de 6-8 ideas principales. Marca bien las principales,y  deriva de ellas  no más de cuatro ideas secundarias. No enredes. El público está escuchando, no esta leyendo.

La sensación final del público debe ser: quiero preguntar, quiero saber más, no te vayas... . Ah, y anticípate a las posibles preguntas preparándolas previamente. Les sorprenderás una vez más. Evita los incómodos silencios relajando a la gente y no te "enrolles" con las respuestas. Respuestas claras,breves y al grano. Así aparecerán más preguntas.

8. Regla final: ¡practica, practica, practica!

Frente a un espejo, con una grabadora o ante otras personas. Procura exponerte a situaciones donde tengas que hablar delante de gente

( pedir un café en el bar desde el asiento, preguntar la hora a un grupo de gente,  etc.).

 

 

Nota. Vídeos relacionados con hablar en público.

www.youtube.com/watch?v=ykUyVFkizfQ

www.youtube.com/watch?v=X4xO1QUKYxM

www.youtube.com/watch?v=IALujJT3X2U

www.youtube.com/watch?v=BW19nZtDmA0

www.youtube.com/watch?v=_NJYxtrre_8

www.youtube.com/watch?v=XMc4FnwhFds

www.youtube.com/watch?v=2M0xDorIgn0

www.blinkx.com/video/miedo-a-hablar-en-publico-realidad-virtual/MaNqQZM4nqYf8Asvm4Q0Iw

video.aol.com/video-detail/discurso-improvisado-de-justicia-concurso-en-monterrey-mxico/3219004565/?icid=VIDURVHOV04

domingo, febrero 1

SOBRE LOS ADIVINOS

"Hasta los relojes averiados dan la hora correcta dos veces al día".

domingo, enero 18

LA VIDA

Cuando nos damos cuenta de los sistemas teóricos que usamos como plataformas o perspectivas para "ver" la vida es cuando se produce la liberación.

Veamos un ejemplo: Arturo Graf dice que "la existencia es un viaje en el que no existen los caminos llanos: todo son subidas o bajadas". Si la perspectiva sobre la vida la hacemos desde una escalera veremos el mundo como una guerra o competición, a los hombres como superiores o inferiores a uno mismo, a los otros como más poseedores o menos que yo mismo, a mis amigos como más felices o menos felices que yo, más o menos fuertes o inteligentes que yo, a mi Dios como el verdadero y así en todos los aspectos de nuestra vida.
Vivir pues, es una fatiga, un desgaste, una pantalla con inacabables carpetas para abrir y cerrar.
  Así por ejemplo Schopenhauer dice "La vida es una guerra sin tregua y morimos con las armas en la mano". ¿Qué perspectiva usa este filósofo? La de la escalera o montaña, evidentemente".
   Algunos responderán que "es lo que hay". Pero no. La vida no es así, ¡la vemos así! Debemos verla desde otras perspectivas. ¿Qué tal desde la llanura?

Y Jospeh Jaworski afirma: "No describimos el mundo que vemos, sino que vemos el mundo que describimos".

LAS PRISAS

"Vivimos en un tiempo en el que se pretende que el rosal crezca rápidamente tirando de sus hojas... La felicidad es inversamente proporcional a la aceleración".
Raimon Panikkar.

"La vida no es una carrera, sino un tiro al blanco, lo que importa no es el ahorro de tiempo, sino la capacidad para encontrar la diana".
Susanna Tamaro

"¿Cómo vamos a vivir el presente si lo que queremos es terminar lo que estamos haciendo en cada momento". Es para nosotros un placer tachar de la lista lo que hemos terminado. Parece que la felicidad residiese en acabar tareas y no en disfrutar realizándolas. Absurdo ¿no?

Tengo que acabar mis tareas en el trabajo.Así descansare el fin de semana y podré dedicarme a realizar la lista larga de tareas de ocio que tengo pendientes. ¡Qué estrés madre mía!

"El hombre corriente, cuando emprende una cosa, la echa a perder por tener prisa en terminarla".
Lao Tse

PROBLEMAS

Cuando no conoces las consecuencias de tus actos sueles meterte en problemas. Claro que, a veces, sí los conoces pero crees que puedes dominarlos, los problemas ¡acaban dominándote a ti!

viernes, enero 16

Un escritor es aquel que con unos muebles hace un árbol(Anne Sexton, 1928-1974)

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